La enfermedad celiaca (MC) es una intolerancia al gluten que, en algunas personas predispuestas genéticamente, produce una lesión grave en la mucosa del intestino delgado, atrofiando las vellosidades intestinales y provocando una absorción inadecuada de los nutrientes existentes en los alimentos como las proteínas, grasas, vitaminas, etc… Siendo más concretos, esto se debe a un componente proteico del gluten llamado Giladina, las personas celiacas cuando consumen algún alimento con gluten sufren una reacción inmunológica que deteriora progresivamente el intestino y por eso deben evitar la Giladina, no consumiendo productos con gluten.
Cervezas sin gluten para celíacos
El gluten está presente en algunos cereales como el trigo, la cebada, el centeno, el triticale (híbrido de trigo y centeno) y posiblemente la avena. Pero también hay cereales libres de gluten como el maíz, el mijo, cereales andinos como la quinoa, el amaranto, el sorgo (un grano parecido al mijo que se usa en África para preparar bebidas fermentadas), el arroz integral (que no contiene gluten y conserva su cáscara ya que no está procesado) y el trigo sarraceno o alforfón, que, popularmente considerado un cereal, pertenece propiamente de la familia de las poligonáceas. Para hacer cerveza, se puede usar cualquier tipo de grano sin gluten, aunque cada uno tiene sus ventajas y desventajas.
En España cada vez podemos encontrar más cervezas comerciales sin gluten. Unas están hechas con cereales que no tienen gluten y otras han desarrollado procesos para eliminarlo de manera que su contenido en gluten es inferior a 20ppm. Esto se consigue con enzimas que rompen las proteínas (entre ellas el gluten), procesos térmicos que las coagulan y filtraciones que las separan de la cerveza final. A continuación hacemos un repaso a las cervezas sin gluten más conocidas o fáciles de encontrar que tuvimos la ocasión de catar hace poco.
Catamos algunas…
Primero probamos las de baja fermentación, empezando por la Ámbar Celíacos, una International Pale Lager de sabores suaves a grano y carbonatación medio-alta, con algo más de cuerpo que su hermana sin alcohol, la Ámbar Green, también del mismo estilo, que tiene unos sabores más discretos. La siguiente fue la Damm Daura, otra International Pale Lager con aromas ligeros de maíz y algo de miel, cuerpo un tanto sedoso y carbonatación un poco más redonda. Para acabar con las Lager, lo hicimos con la Mongozo Pilsen, una cerveza tipo Pils que al llevar malta de este tipo la hace un poco más seca y dulce que las anteriores. Todas eran parecidas y no sabría decir cuál de las tres gustó más, ya que la estandarización de los estilos suele producir cosas de estas.
Seguimos con dos de trigo de estilo belga o Witbier, la Mongozo White y la Brunehaut Wit. La primera con aromas cítricos y de maíz y la segunda también cítrica, pero más equilibrada y de cuerpo más bajo. Las dos son suaves, ligeras y frescas, buenos argumentos para tomarlas.
A continuación probamos la Daas Blond y la Brunehaut Blond, dos Belgian Blonde. Este es un estilo muy aceptado y que gusta mucho, es un estilo más sabroso pero no especialmente agresivo en el paladar y no está demasiado disparado en alcohol. Las dos son muy parecidas entre sí, tienen toques especiados como de pimienta y un punto cítrico, quizá la Daas es algo más cítrica y la Brunehaut tiene un poco más dulce el principio y más amargo el final.
Después vino la Espiga Blonde Ale. Para mí, una American Pale Ale de muy buena factura y la cerveza que más gustó de las que catamos. Una bomba de lúpulo fresco, de cuerpo ligero y con un aroma y amargor contundente pero muy bebible. Como dato anecdótico, esta cerveza se vendía anteriormente en el mercado con gluten, y era de las mejor valoradas dentro de los estilos americanos reproducidos en España.

Belgas tostadas sin gluten
Ya casi terminando, probamos la Daas Ambré y la Brunehaut Ambré. Este estilo también es muy similar a la Blonde, pero usa maltas más tostadas y estas ganan en presencia, ya que el caramelizado de los carbohidratos nos dará siempre por norma general más intensidad. Las dos tienen aromas parecidos (especias, cítricos…) pero con toques más tostados de la malta. El lúpulo no tiene suficiente presencia en boca, aunque sí algo de amargor.
Y por último una BelgianTripel, la Brunehaut Triple, sin dula la más contundente en cuerpo y alcohol (8% en volumen). No obstante, la buena integración del mismo hace que pase más o menos desapercibido. Esta es una característica común de este estilo. Son cervezas fuertes, que alimentan. Esta tenía aromas y sabores de clavo de especia, galleta, pan y toques cítricos. Es una cerveza de cuerpo medio y alta graduación, pero que apenas se nota, lo que la hace algo peligrosa.
Estas son algunas pero hay muchas más (hasta 90) en este enlace. Además Mahou está preparando la suya y Damm asegura que ya tiene lista la Daura Märzen, o lo que sería la Voll-Damm sin gluten.
Hemos probado cervezas que pueden saber tan bien e incluso mejor que la cerveza “normal”. Por supuesto siempre tendrá su sabor característico, pero con una gran variedad y una buena calidad de la malta en la mezcla puede hacerse su hueco en el mundo de la cerveza artesana y en las barrigas de los celíacos.
Fuentes y más información de cervezas para celíacos:
- www.fabricarcerveza.es
- www.conmuchagula.com
- www.celiacosalostreinta.com
- Gluten Free (Marc Roig)
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